Este día, no hay lectura.

por **Noa** Mar Feb 26, 2013 6:54 pm

Observar al joven dormir, causaba un poco de risa y también un poco de ternura. Pero, quien era la persona que lo estaba mirando. Nada mas ni nada menos que su madre. El único ente en este mundo, capas de sentir tantas emociones por un hijo. Completamente desordenado, con una pierna por un lado, otra por otro, un brazo por acá, otro por allá, el muchacho roncaba. Dormía, soñaba y descansaba tranquilamente, bajo la protección del manto divino. Su padre, seguramente, a esta hora de la mañana, se encontraba trabajando en el patio. Arreglándolo, cultivando a sus amigas. Aquellas flores que con gran esfuerzo gano y obtuvo para su amada. ¿Porque se encontraba el muchacho, en esta zona de la aldea, con sus padres?. Hacía exactamente un día, el joven había terminado una de sus primeras misiones. En ella, había estado por morir dos veces. Esto último no lo había tomado muy en cuenta, si no después de analizar la situación con detenimiento. Si una misión tan sencilla, dentro de su mismo hogar, era tan peligrosa ¿Como sería una misión fuera de la aldea?. Esa pregunta, le hicieron reflexionar al muchacho. Por eso mismo, el mismo decidió dedicar un día, para ver a sus padres y pasar un buen día con ellos. Después de todo, en cualquier momento, su vida podía terminar. Tenía que tener un último recuerdo con ellos.

- C...Cinco minutos mas - Exclamaba el muchacho, aún con la saliva fuera de su boca, a su costado derecho. Se encontraba completamente dominado con el sueño, era comprensible luego del viaje. Aunque solamente eran un par de manzanas lo que separaban su hogar, con el de sus padres. Seguramente, no era cansancio. Seguramente era la reacción que sentía su cuerpo, al estar descansando en esa cama familiar y cálida. No era nada comparado a una simple prenda en el suelo. - Hijo, debes despertarte, ya es muy tarde, el desayuno esta servido - Mencionaba la madre, con aquel tono tierno que cada madre posee para con su hijo. Después de todo, para una madre, un hijo, por mas grande que sea, sigue siendo el niño chico y mimado para ella. Pero, eso muchas veces, los hijos no lo tomaban en cuenta. como era el caso del muchacho. El joven veía a su madre y a su padre como un soporte a sus actos y a su vida, sin embargo nunca intento ser muy afectuoso con ellos, teniendo miedo, de perderles como perdió a su amada.

Lentamente el muchacho fue abriendo sus ojos. Observó a su madre y simplemente sonrió. Se alisto y antes de bajar a tomar el desayuno, abrió las cortinas de su ventana a la mitad. Al hacerlo, aparte de sentir el calor del sol en su rostro, pudo ver lo mas hermoso que sus orbes habían visto hasta entonces. En frente de la vivienda, se encontraba un local de Ramen. El nombre era Ichiraku, Ichiraku Ramen. Una de las comidas mas ricas, o mas bien, la que mas le gustaba al muchacho. Sin embargo, no podía menospreciar el desayuno de sus padres, por lo tanto bajó y desayuno, poco, pero lo hizo. La excusa para que su madre no se diera cuenta de nada, fue que se encontraba un poco enfermo del estomago. Pero... ¿Se lo habría creído?. Al parecer si, el muchacho obtuvo esa impresión al ver como se marchaba con su padre a comprar el almuerzo. Era el tiempo perfecto, para cruzar la calle y probar ese delicioso plato que tanto amaba. Y así lo hizo. Al llegar, se sentó y ordeno exactamente 4 platos, si señores, 4 platos. Mientras los disfrutaba, se dio cuenta de algo. ¿Cerra la puerta de su casa, dejando la llave dentro?. Estaba en problemas, si señores, en problemas, sería vilmente colgado por su madre. Pero que importaba, si estaba comiendo.

por demon Mar Feb 26, 2013 8:03 pm

Despues de haber terminado de entrenar y hacer sus misiones el joven Demon se encontraba muy hambriento y con bastante sueño, aunque el hambre era superior a sus ganas de dormir, cerca del lugar donde se encontraba saltando habia pasado un puesto de ichiraku, por lo que se devolvio al lugar para poder comer. Deje de saltar por las casas por que el estomago no me ayudaba y cada vez iba mas lento y se me complicaba mas espero no haberme pasado por mucho ese puesto de comida, me muero de hambre decia con un tono algo triste mientras se tomaba las panza con ambas manos y esta rugia del hambre, despues de 15 minutos de caminata, perderse entre las casas y los barrios del lugar. Demon encontro el puesto de ichiraku que estaba buscando al verlo este solto una sonrisa y entro al lugar para poder comer un poco.

Al entrar al lugar pude ver a un joven que ya tenia 4 platos de comida y como no tenia muchos deseos de gastar dinero, me acerque a el para hacer un "amigo" y poder comer gratis espero que sea cortez y me invite de su comida, me muero de hambre pensaba mientras miraba al joven y me sentaba a un lado de el un gusto, un gusto, me llamo Demon nara y tu? decia mientras extendia mi mano para saludarle amistosamente, pero mi mirada no se centraba mucho en el, mis ojos se desviaban a los platos de comida que tenia el joven presente, tenia tanta hambre que le podria robar uno y salir corriendo pero eso seria muy malo, asi que espere a que el joven sea cortez y me invite o que se despiste para quitarle uno y comerlo sin que se de cuenta.

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