What was a tunnel, now it's a prision [Libre]

Hacía un cierto frío, por no decir que el frío podría matarte, quizas era una exageracion pero probablemente no era el mejor lugar por el que caminar, sin embargo, a falta de pan, buenas son tortas, ¿no? Las cuevas no me asustaban, ciertamente no había nada que me asustara, no al menos que hubiera conocido, dado que lo conocido no asusta, ahora, si de esa roca de ahí aparecía una gran criatura devorahombres, entonces probablemente si me asustara. Por lo menos era grande, bastante grande, conmigo solo tenía dos cosas, un mapa, y mi baston, no necesitaba nada mas, Kuro hacía de vigía sobre mi cabeza, y si decía que había escuchado algo u olido otra cosa entonces le creería, sus ojos y sentidos en general son mejores que los míos. Debía de estar en algún punto cerca de la villa del país del fuego, no una villa, la villa. La oculta.

Aquella caverna, medía mas del doble de mi altura, y por suerte la luz se filtraba por huecos de la montaña, parecía mas bien una colmena pero no había visto ningún animal, cosa que tampoco era bueno. -Si encontramos un animal asi de grande -abrí las manos mostrando el tamaño de mas o menos, un conejo. - lo compartimos, ¿de acuerdo? - Kuro asintió con una clara imagen del conejo cocinado, en sus ojos. - asi que tenemos que encontrar como salir de aquí.

Tampoco había demasiada probabilidad de perderse, no había visto en aquella gran cueva de roca, por la que el aire entraba y salía a placer, acompasado por rayos de luces que denotaban el polvo que recorría su interior, que hubiera caminos secundarios que debían de ser el primario. -¿Onee-san? -preguntó Kuro desde mi cabeza, inclinándose para mirarme. -Yukio está explorando, como nosotros, no te preocupes, le veremos pronto. -afirmé con una sonrisa. No estaba seguro de cuando nos veríamos pero si de algo estaba seguro era que nada malo le pasaría, y si le pasaba sabría encontrar soluciones, aunque yo le protegiera de pequeño el ya me ha demostrado que no necesita mi ayuda, su inteligencia es espectacular, asi que no debería de haber problema en la Tierra que le causara algo mas que un incordio suave. Me abroche los guantes con suavidad en lo que el camino seguía hacia adelante, noté una suave brisa ascendente cosa que anunciaba que el terreno se inclinaba hacia abajo por donde pasaba el aire, sin embargo no solo lo ignore sino que para cuando quise escuchar a Kuro que casi me tiraba de los pelos era demasiado tarde.

El terreno descendió abruptamente unos diez grados o así, ademas de que había un falso escalón sin embargo la luz también se separó, como si aquella cueva tuviera un gran orificio superior por el que poder vagar la luz de forma tranquila, caí rodando cuesta abajo, dando volteretas incontroladas dado que el bastón evitaba que pudiera moverme como debía, pude coger a Kuro y protegerlo poniéndolo contra mi pecho y haciendo que mi cuerpo se llevara todos los golpes cuando dejé de rodar noté un suelo notablemente mas blando que la mera roca, pronuncie un ahogado gemido de dolor, no había sido la mejor entrada. -¿Estas bien, Kuro? -pregunté separando mis brazos que como escudo debían de haberlo protegido, este saltó sobre mi cara y me lamió la mejilla respondiendo un notable sí. Al menos uno de ambos estaba bien. Abrí los ojos y cuando la luz me lo permitió observé el enorme cráter que había sobre mi cabeza, debía de medir doscientos metros, un valle metido en una montaña, donde solo había cuevas, interesante.