Examen Gennin ~ Kagami

Hermoso día en la aldea de Kumogakure no Sato. El sol brillaba intensamente, en una aldea como aquella, eso era bastante normal. A Kagami le agradaba en verdad el gran clima que poseía su aldea ya que no le gustaban los días nublados o lluviosos, ya que es como si la aldea en la cuál, él había nacido, se encontrara triste, y eso no le agradaba en lo más mínimo al muchacho. Caminando se encontraba actualmente, se dirigía a un lugar en específico: la academia ninja. Hoy era el día en que el joven del clan Yotsuki tomaría su examen Gennin, si lo aprobaba, se convertiría finalmente en un verdadero shinobi. - De seguro será sencillo, pero no es bueno que me confíe. - Pensaba el muchacho. Sabía perfectamente que se encontraba preparado para poder enfrentar cualquier clase de adversidad, pero si se confiaba demasiado, la iba a pasar muy mal, eso era seguro.

El camino continuaba sin ninguna clase de interrupción. Las demás personas caminaban tranquilamente por aquellos senderos. Aún no era medio día, faltaban diez minutos aproximadamente, y el Yotsuki necesitaba llegar a la academia justo al medio día. Estaba con el tiempo justo, y si se apuraba, lograría llegar antes, lo cuál sería mejor ya que no era de esas personas que le gustaba llegar justo a la hora, pero en ésta ocasión era algo distinto, ya que era un momento muy esperado desde hace ya bastantes años.

Ya habían pasado tres minutos, el muchacho se encontraba fuera de la academia, aunque dentro de su cabeza aún existía una pequeña duda. ¿Entrar o no entrar? Podía ser una duda algo estúpida para cualquiera, pero para Kagami la decisión que debía tomar era muy importante y le traería futuros distintos, dependiendo cada una de la futura elección.

Finalmente decidió entrar, aunque ahora se encontraba caminando a paso lento. Se encontraba rondando los pasillos de la academia tranquilamente como si tuviera todo el tiempo del mundo. Al llegar al aula pudo ver que no había nadie, al parecer ya se habían ido o nadie había llegado, lo cuál tomó por sorpresa a Kagami. - Hmmm. - Kagami prefirió sentarse cuando leyó en el pizarrón que el examen sería a las doce con treinta, lo que significaba que había llegado media hora antes, ahora debería aburrirse esperando lamentablemente.  

Pocos eran los días como hoy, con el sol tan cerca que dolía caminar bajo sus rayos. Se notaba que no era solo un sentimiento propio, pues en las calles no había nadie, y tampoco en la academia, donde trabajaba como ayudante de los Chuunins examinadores. ¿Ayudante? Sí.. el chico guardaba un secreto, pues no era más que un genin que trabajaba allí, seguía órdenes de los maestros mientras ellos se la pasaban vagando por la aldea, en busca de mujeres y diversión. A él no le importaba ser utilizado de esa manera, de todas formas, pues se sentía con el poder de aprobar o reprobar a quien se le presentara a examen, y eso le gustaba.

Se adentró en los pasillos de la academia, al parecer este no era su día, no había ningún estudiante malgastando su preciado oxígeno en aquel lugar. Ya eran las 9PM, sentía que desfallecía con el calor del verano, y nadie se había dignado a venir. ¡Nadie! Comenzó a acelerar el paso, a correr, a intentar ver por cada rincón, por si alguien se le había perdido de vista y aguardaba a ser pateado en el culo por "su majestad examinador Ryu", se dio vueltas y vueltas por toda la academia hasta dar con unas escaleras donde por fin vio la silueta de un estudiante. Paró la marcha y recobró el aliento mientras lo miraba descalificativamente, intentando mostrarse superior.

- Así que acá hay un estudiante desafortunado, alguien que soportará este examen bajo el ardiente sol de verano. Dime, ¿acaso te consideras valiente? - Dijo, pero sin esperar respuesta siguió con su plática, mientras se volteaba y comenzaba a andar, no sin antes hacer una seña con su cabeza para que el estudiante lo siguiera. Lo estaba llevando hacia el centro del patio, un lugar cuya máxima atracción era la fuente que descansaba en una de sus esquinas, siempre llena de agua fresca, que hoy más que alegrar el lugar, se evaporaba, formando una columna de vapor sobre la fuente. Ryu se sentó en el borde de la fuente, y puso una de sus palmas sobre el agua que estaba casi hirviendo. - Es una lástima... - Dijo para sí mismo, mientras, de reojo, observaba al estudiante. - Parece que tienes buen aspecto físico, a ver cómo te va en una pequeña demostración conmigo. - Dijo, para luego sacar un Kunai de su bolsillo, el mismo tenía en su punta un fino hilo atado a un papel, en el papel podía leerse la palabra "Explotar" escrita con tinta negra sobre su superficie. El examinador sonrió para sí mismo, mientras lo lanzaba hacia Kagami. - En la academia enseñan como eludirlos ¿no es así? - Se paró y dio unos pasos hacia el frente, desafiante. - ¿Qué más enseñan? ¿Sabes cuál es el nombre de nuestro Lider? ¿Sabes cuál es la organización más poderosa, la que gobierna todo el territorio del país del Rayo? ¿Lo sabes, eh? - Elevó su voz, parecía que estaba gritando, lleno de ira y de rencor. Un sentimiento de total nacionalismo hacía hervir la sangre en su corazón, cuando hablaba de Kumo sus ojos se llenaban de lágrimas y su lengua se deshacía en alabanzas para su gran país.

- Y sabes, lo más importante.. ¿Por qué alguien como tú querría formar parte de los ejércitos de Kumo? - Mencionó, en tono despectivo, mirando de arriba abajo al pobre estudiante, dispuesto a desaprobarlo si el pequeño tan solo respiraba un poco más de la cuenta. Había olvidado lo que era ser humano, lo que era ser un simple bastardo, y había reemplazado al antiguo y temeroso Ryu por este hijo de puta examinador sin piedad. - Convénceme. - Dijo con una sonrisa maliciosa. Sacó su libreta del bolsillo, en ella estaban los datos de Kagami, junto a un recuadro en el cual había que poner las aclaraciones y notas de su examen. Sacó una pluma y estuvo a punto de marcar todos los cacilleros de desaprobado, pero le dio una última oportunidad al chico, elevó una amigable voz al viento. - Y bien? - Dijo, con una sonrisa, mientras esperaba sus respuestas.

--------------------

La apariencia de tu examinador es esta: http://baratijasblog.com/wp-content/uploads/2008/12/garei_12_02.jpg Se llama Ryu y es un genin de Kumogakure que reemplaza a los Chuunins que dictan los exámenes.

Valores a tomar en cuenta en el examen:

• Interpretacion del personaje.

• Respuestas a las Preguntas.

• Redaccion al momento de usar Tecnicas.

• Redaccion de lugar y demas.

Kagami se encontraba tranquilo esperando en aquella aula. Al frente se encontraba el pizarrón con la mesa de los profesores. Alrededor del puesto en el cual el estudiante se encontraba, se encontraban los otros pupitres en donde los alumnos de la academia se sentaban para poder realizar las clases teóricas expuestas por los profesores. De pronto, mientras que la espera continuaba, pudo ver a un hombre que entraba, aunque no pareciera un adulto, tampoco parecía un estudiante, al parecer era alguien importante, o tal vez no, la persona recién llegada. Kagami tan solo observó con mucha atención, ya que si era el tutor del examen, el estudiante debería estar atento, pero si no lo era, tan solo habría que ignorarlo. Cuando comenzó a hablar, se descartó totalmente la opción de que fuera alguien sin importancia, ya que había dicho unas palabras que al menos para Kagami, habían sido muy interesantes. - Creo que al pensar que un simple día soleado me aullentará, me está subestimando. He venido aquí con el propósito de convertirme en shinobi, y le aseguro que lo haré. -

Luego de aquello ambas personas salieron del aula. Caminando por los pasillos de la academia, en donde se podían ver otras aulas de clases, ya que era u establecimiento muy grande a donde iban todos los niños que iban a ser shinobis en el futuro que habitaban en la aldea. Cuando llegaron al área libre, en donde habían árboles alrededor. césped hermoso en el piso, y el resplandeciente sol en el cielo. Aquel hombre, que al parecer sería examinador del encuentro: un poco alto, con gafas, sería el examinador de este examen.  

Sin duda alguna a Kagami no le molestaba mostrar sus habilidades, aunque no tenía unas sobresalientes, tenía lo suyo, que le serviría para pasar este examen, técnicas que había entrenado durante bastantes años hasta llegar a perfeccionarlas. De pronto observó como un Kunai, con un sello explosivo (o al menos eso parece que era) iba dirigido a Kagami, aunque no con mucha fuerza, además de que el muchacho se encontraba alejado a una distancia de 20 metros del examinador. El joven tan solo tomó un Kunai mientras lo lanzaba directamente para que chocara con el del enemigo, mientras que él daba un pequeño salto ara alejarse y quedar a una distancia de 30 metros lejos de la explosión que sucedería... ahora. Al chocar ambos Kunais, el sello explosivo, explotó obviamente ocasionando que un humo apareciera gracias al impacto. Lo cual le sería de utilidad al estudiante. Aprovechando que se encontraba apegado a la pared, se ocultó extendiendo una capa que lo tapaba por completo ocultándose de la visión del examinador. Como el humo se encontraba ahí, impediría que la vista de aquel tutor si es que lo era, se diera cuenta de los movimientos del estudiante.

jutsu utilizado:

 

El examinador se notó un poco desilucionado, al ver fallar su ataque, la mayoría de los que se presentaban al examen de genin en Kumo eran simples niñitos que no estaban a su nivel, pero este chico parecía lo suficientemente fuerte como para hacerle contra.

Sonrió al ver como el humo restante del sello explosivo se disipaba, se había percatado del leve movimiento que experimentó el Kunai del aspirante en su trayectoria, le llamó la atención ver una técnica así en el examen de genin. La mayoría se habría limitado a sustituirse, pero aquello daba muestras de que este aspirante no era como los demás... al menos no lo parecía.

- Te voy a ser sincero... me gustó lo que hiciste, pero no por eso estás aprobado, niñito. - Mencionó, mientras marcaba en su planilla las partes del examen que Kagami llevaba aprobadas. "Uso de técnicas: 10", "Anticipación: 10", "Creatividad: 10". - Pero las habilidades que puedas tener no son suficientes, no te califican para formar parte de este gran ejército, un ejército que se ha impuesto ante los más poderosos del mundo y ha ganado, sin poderle los otros hacerle frente y destruirlo. - Hablaba con pasión, mientras el humo del sello explosivo se disipaba... buscaba mirar al estudiante a los ojos y transmitirle lo que sentía por su bandera, por la organización de Taka. - Puedo asegurarte que eso no fue por tener ninjas fuertes, en particular, sino porque todos y cada uno de ellos son fieles a los objetivos de nuestro gran Líder, y nadie puede destrozar la voluntad de un pueblo como el de Kumo. Nadie. - Suspiró, para luego volver a formular sus preguntas. - Por eso... ¿Sabes que pasar este examen es firmar tu sentencia de muerte? ¿Estás dispuesto a dar la vida por nuestros objetivos? Si no lo estás, es mejor que te vayas ahora mismo por esa puerta . - Dijo, señalando una de las entradas. - Porque en caso de enterarme de una traición, seré yo el que te encuentre, y no voy a tener compasión... voy a matarte con mis propias manos para vengar a mi Nación. - Terminó su discurso, bastante emocionado, siempre se ponía así. Se notaba que le lavaron el cerebro como a varios habitantes de Kumo, y que ya no hablaba por sí mismo, sino por Taka, dejando atrás su voluntad propia.