Una noche impredecible [Priv. Kaori // Luffy]

Era una noche como cualquier otra en la aldea de la arena pues los niños dormían y las madres charlaban mientras que los padres regresaban de sus respectivos trabajos a ver a sus esposas, pues era un noche silenciosa con una luna brillante y hermosa como siempre ha estado, simplemente tenía en esta noche una luna con un estado menguante y casi que invisible.

”Los ninjas a estas horas suelen patrullar… En todo caso sigue siendo temprano”
Pensó el hombre que estaba sentado en un escritorio al ver un reloj que apuntaba las 8pm más exactamente con 21 minutos, a lo poco aquel hombre se levanta de su escritorio y agarra del asiento que estaba vacío su chaqueta de esto simplemente sonríe y recuerda el hecho de que la aldea de la arena ahora tenía dinero, poder político y gracias al acto de retener a taka un poco de fama.

Dio una leve risa y aun parado el medio en su oficina el hombre se queda viendo el reloj de reojo con solamente divagantes pensamientos.
”A estas horas suelen venir los ninjas para pedir puestos en el escuadrón de anbu, o también suelen venir ninjas a por misiones de reconocimiento o discusiones leves, realmente no sé si quedarme a servirles esta noche o irme a mi casa de una vez..”


El hombre dio un leve suspiro y simplemente vio de reojo la puerta de su oficina por unos momentos, quito la mirada cerró los ojos para luego fruncir ceño y volver a suspirar pero en esta ocasión un poco más fuerte y en un pequeño y notorio tono de resignación.

De un segundo a otro, de un tic tac a otro, la puerta de aquella oficina se había abierto, el sonido se había escuchado en todo el lugar y eso mismo hizo que el castaño volteara a ver aquella persona la cual estaba al parecer tan agitada, curioso, la voz era familiar, las palabras incoherentes y la personalidad.. Familiar.
La puerta, partida a la mitad curiosamente por alguna persona conocida, el joven solamente estrujo un poco sus ojos con sus muñecas pensando que veía una ilusión, al parece era aquella mujer, tan agradable, tan animada, tan estruendosa era su esposa.
Y luego de haber caído aquella puerta de tan noble y frágil madera al suelo el joven solamente vio como aquella mujer le giñaba y se sentaba en la silla de él, dando a entender que era como su casa al parecer aquella mujer afirmaba sin duda su puesto como esposa y eso era algo bastante admirable pues ellos dos no poseían una relación tan buena más que todo peleas, quizás discusiones menores o simples encantos del uno al otro. Y este hombre aun quieto como un ignorante idiota queda boquiabierto.
De pronto todo era un poco más fresco y poco a poco el frio dominaba aquella oficina, al parecer su esposa había encendido uno de los múltiples aparatos que el usaba el para los días calurosos y insoportables inclusive para él, este dio una sonrisa y pensó ”Jah.. Casi se me olvidaba que mi esposa es del país en donde hay un mizukage.. jah..”

El hombre dio una sonrisa a  aquella mujer y se puso su chaqueta dándole a entender que quería saber y solo saber la razón del porque ella se encontraba en la aldea, era curioso pues ella no solía visitarle y mayormente su esposa solía ser.. Bastante interesada, el dio un vistazo al cuerpo de aquella mujer y solamente dio un pequeñín frunce de ceño y vena resaltada al ver la comodidad de su especial invitada.
-¿Podrías al menos podido avisarme que vendrías a la aldea?-

Dijo para luego ver a una de las mujeres que cuidaba la puerta preocupada por haber dejado entrar a aquella persona, de seguro ni tenía idea de que era su esposa, el se calmo y aun con su sonrisa le indica a aquella otra mujer que su error no importaba y podía irse, pues posiblemente tenia cosas que hablar con su invitada, conocida y esposa.
La mujer se fue y el hombre aun observando la puerta suspira y no deja de verla aun estado esta partida por la mitad.
-Que te trae a la aldea kaori? ¿Acaso uno de tus amantes te acaba de dejar?-

Dijo el hombre con risa, sabiendo que su mujer y el no se veían ni se hablaban o preocupaban por el otro, era lo único que podía sospechar y decidió este mismo bromear sobre el tema.

“¡Ah! ¡Leben! Casi olvido que estabas ahí. ”

Palabras irritantes, palabras molestas y al mismo tiempo palabras que le hacían resaltar una pequeña vena a la frente de aquel pobre hombre y aun con el hecho de la pequeña picardía entre risas de su esposa aquel hombre estaba sin sonrisa ni gracia alguna, más que todo decepcionado porque esta misma mujer que estaba ligada a el mismo al parecer le ignoraba, le importaba básicamente en nada su presencia y este dio una sonrisa al entenderlo.

El que él estuviera ahí aquella mujer era prueba viviente que ella solo venia a notificarle algo, ella solo había venido a molestarle, quizás a pedirle algo como un favor o préstamo pues los lazos entre ellos no eran los mejores, pero era obvio luego de un año de no verse había matado aquella magia o quizás simplemente era impresión suya el cómo su esposa le empezaba a tratar.
”En este tipo de ocasiones me he empezado a preguntar a mi mismo ¿Amo a esta mujer como para haberme casado? Digo de seguro piensa que le he engañado mas de mil veces o he tratado mientras lo que hago es intentar subir aun más el valor monetario y político de mi aldea..”
Pensó el hombre atrapado entre sus sospechas y dudas pero al detenerse y solo al detenerse e darle un simple vistazo a aquella mujer pudo notar que esta misma se estaba tocando indecentemente mientras al mismo tiempo ella estaba al parecer atrapada en algún divagador pensamiento suyo como él hacia hace no mucho.

Leben al ver esto ríe fuertemente sin razón alguna y camina hasta apoyarse de su propio escritorio de trabajo el cual suele tener bastantes papeles encima, vio de reojo a su esposa para luego darle una sonrisa verle directamente a los pocos segundos, pero sin decir mucho solamente sus ojos le vieron y al mismo tiempo todo era mucho más claro o al menos eso sentía, ellos eran parecidos, al menos en ocasiones extrañas y a él le agradaba ella y eso, pero su duda de hace poco perduraba y eso fue lo mismo que mato su propia sonrisa y risa, el hecho de no recordar si la amaba.

-Bonita noche, no?-
Dio un suspiro y su mirada se torno nuevamente en la que debía ser, fría, deseosa, egoísta y paciente como una moneda de oro, si, así mismo pues era el color idéntico que aquel joven castaño poseía en sus dorados tal vez amarillentas perlas que tenia por globos oculares.

“ Mmm.. sí, respecto a eso. En realidad venía a pedirte el divorcio. “


-Eh? ¿¡EHHH!?-

Dijo el hombre por el hecho de pensar que todo lo que había pensado de la nada había sido resuelto con una simple palabra, decepción, sorpresa y no sorpresa, además de también inseguridad de un segundo a otro eran los sentimientos que llegaron a él, este seguía apoyándose por suerte de la mesa pues puso luego de aquella noticia ambas manos y trato de tranquilizarse.

”Entonces… ¿solo vino aquí para que nuestros lazos fueran rotos? No.. en parte es mejor terminar frente a frente.. Divorciarse.. Entonces mis sospechas de que ella tenía amantes eran ciertas”

Pensó el hombre y al mismo tiempo una sonrisa se dibujo en su rostro, una la cual desapareció al instante de escuchar “~ Al parecer estoy embarazada. ~” de su misma esposa.

”¿QUE?”

Pensó y no dijo aquel hombre, pues las palabras de aquella mujer habían dado a entender todo, hace un año que no se veían por lo cual aquella pequeña criatura no le pertenecía, además de también el hecho de que no solo le había traicionado si no también había salido con un hombre lo suficiente como para darle un hijo, quizás su esposa en realidad solamente se había olvidado de usar protección.

El joven da un sorbo de aire y al mismo tiempo de valor y con ello retoma su compostura, ve de reojo a su esposa y antes de decir algo nota su sonrisa de satisfacción, no, el mismo hombre podía notarlo, aquella sonrisa no era de satisfacción y no la daría una mujer por placer a un hijo, era una sonrisa de “te la crees?” pues era una sonrisa inocente y la inocencia era algo.. Que simplemente leben veía lejos de una mujer embarazada, tal vez una humilde sonrisa.. Pero aquella era simplemente la razón de su fallo en su mentira porque de todas las mujeres su esposa era la menos inocente ante los ojos de el por el hombre hecho de haberse casado con él.

-Excelente, entonces dime ¿Quién es el pobre hombre que ahora te tendrá que mantener un niño?-

Dijo mientras su sonrisa marcaba el hecho de “te atrape”