Kaori VS Mizore

Había esperado ya tanto tiempo para ese torneo, que el "hype" inicial ya se había extinguido casi por completo. Estaba mitad dormida, mitad enfiestada desde la noche anterior, y solo quería tirarme en una buena cama y quedarme allí por los siguientes dos milenios. Pero ya estaba todo arreglado, de seguro las viejas de Kiri ya habían decorado todo el lugar con lindas guirnaldas, todos querían ver como dos genins de la aldea se mataban a golpes, era un espectáculo tan tierno.

Ya... la cosa es que llegué al lugar, como me lo imaginaba, decorado hasta el asco, lleno de pancartas con mi nombre y con el de una tal "Mizore", me sonaba ese nombre, pero aún no sabía muy bien quién era, de seguro una compañera de la academia. Cuando entré al gran coliseo lo primero que hice fue mirar a mi alrededor. Era un terreno completamente neutral, un gran campo circular de polvo de ladrillo de al menos 60 metros de diámetro. Estaba rodeado por unas barandas de aluminio que separaban la tribuna del lugar donde nos moleríamos a golpes. Además de eso, no había nada que pudiera usar a mi favor. Ningún gramo de agua, nada, nada. Salvo por unos focos cegadores, que se preocupaban por mantener todo el lugar iluminado, sin rastros de sombra, focos que se encontraban sobre nuestras cabezas, y también en el suelo, sí, en el suelo, se podía ver que habían 5 focos grandes y circulares, de como 2 metros de diámetro ubicados en el centro y en las esquinas del campo de batalla, iluminando bajo el polvo que lo cubría todo, haciendo que este se vea como el suelo de marte... rojo y mortal. ¿Cómo lo hacían? No lo sé, cosas de la tecnología.

~ Y bien... ~ Dije, mientras veía a mi contrincante acercarse, la multitud coreaba su nombre, yo solo enarqué una ceja, mientras sacaba de mi portautensillos un largo hilo de acero y ataba en las puntas del mismo dos de mis kunais. El árbitro se acercó a nosotros y nos presentó a nuestros "fans", yo simplemente miraba a mi rival con una sonrisa, que, al retirarse el árbitro se volvió un poco macabra.

~ Que el juego comience, darling! ~ Mencioné, durante dos segundos, mientras saltaba a unos tres metros de distancia hacia atrás, alejándome de ella. Caí, elevando un poco el polvo de ladrillo bajo mis pies, cosa casi imperceptible para los demás allí presentes, salvo quizás, Mizore. No esperé a que la otra reaccione, le lancé uno de los kunais directo a la cara, dejando que el hilo de acero pase entre mis dedos, generando un poco de calor en mis guantes, en mi otra mano estaba el otro kunai, descansando, esperando su momento.


1 kunais, 7 shurikens, 1 kunai con bomba de humo.

5 sellos explosivos, 1 hilo de metal de 30 metros, 1 bomba de humo, 1 bomba de luz.